Hace tiempo que las nuevas tecnologías son un aliado estratégico en las empresas, además de un acelerador de negocio. Sin embargo, su continuo avance no lo pone fácil: ¿qué deben aportar las tecnologías de la información (TI) a los flujos de trabajo?, ¿qué información es necesaria capturar y analizar para convertirla en conocimiento?, ¿cómo mejorar la operativa de negocio con estas inversiones?, ¿cómo detectar a tiempo las necesidades que tengo en innovación y formación?
Alinear la infraestructura TI con las necesidades de una empresa u organización es hoy una de las claves del negocio. El objetivo es implementar tecnologías que aporten agilidad en la gestión, abaraten costes e incluso permitan ampliar la cantidad y calidad de servicios ofrecidos. Descubrimos un modelo de actuación.
El valor de un CIO
La misión se convierte en más sencilla cuando la empresa incorpora a su organigrama a un profesional o equipo encargado de estas responsabilidades.
Lo más habitual es contar con un CIO. El Chief Information Officer o responsable de Transformación Digital es la figura que se impone siguiendo el modelo americano. En otras ocasiones se incorpora a un director de Innovación, que desde una mirada más amplia aborda la tarea de adentrar el negocio en la economía digital.
Sus perfiles formativos son variados, desde ingenieros informáticos hasta licenciados en ciencias económicas y empresariales o derecho, pero es muy importante que durante su selección se compruebe que cuenta con la experiencia o visión necesarias para entender el aporte TI al modelo de negocio del despacho. Hay que tener presente, que en la mayoría de los casos es preferible contar con un profesional que acompañe en una transición meditada, involucrando a todo el equipo, que abordar un cambio disruptivo que puede desposicionar a la empresa en su valores y modelo.
Decide sobre un lienzo de modelo de negocio
La consultora multinacional Gartner recomienda diseñar la estrategia sobre un lienzo del modelo de negocio. Esta plantilla de gestión estratégica se utiliza para el desarrollo de nuevos servicios y líneas de negocio o la reflexión sobre las actuales. Se trata de un gráfico visual con elementos que describen propuestas de producto o de valor de la empresa, ayudando a las empresas a alinear sus actividades.
En este supuesto, servirá para que el CIO entienda el funcionamiento de la organización: “Para alinear la infraestructura de TI con los procesos empresariales clave. De esta manera, podrán aunar las decisiones empresariales y de TI sin profundizar demasiado en las cuestiones tácticas”, explican los autores Osterwalder e Yves Pigneur en Generación de Modelos de Negocio (Ediciones Deusto).
Triple nivel de análisis
Los autores recomiendan que el equipo liderado por el CIO utilice el lienzo para analizar la situación desde la óptica del negocio, de la cartera de aplicaciones y de las tecnologías con las que cuenta y/o a las que puede acceder en el corto y medio plazo.
Nivel 1: análisis empresarial
La primera capa de estudio es desde una perspectiva empresarial, de negocio: para saber qué aportes pueden hacer las tecnologías en los aspectos mejorables de operativa, automatización, protección de datos, seguridad, compliance, etc.
Nivel 2: análisis de aplicaciones
En segundo lugar, se debe abordar “la cartera de aplicaciones que aprovechan diferentes aspectos del modelo de negocio”. Se trata de identificar:
- Los sistemas de recomendación IT que puedan mejorar la operativa.
- Las aplicaciones de gestión que mejoren la cadena de prestación del servicio.
- Detectar las necesidades de información que puedan enriquecer el negocio como perfiles de clientes, recurrencia en prestación de servicios, tipología de encargos, etc.
Nivel 3: análisis de tecnologías
Llega el momento de describir qué tecnologías deben sustentar el modelo de negocio: parques de servidores, sistemas de almacenamiento y análisis de datos, herramientas de comunicación, trabajo colaborativo interno y con el propio cliente, herramientas de análisis predictivo, etc.
Hacer las preguntas adecuadas
Para ayudar a este proceso de reflexión, se plantea la respuesta a nueve preguntas fundamentales, estas son:
- ¿Qué puede aportar la tecnología de la información a los procesos y flujos de trabajo que requieren mis modelos de negocio?
- ¿Qué información necesito recabar, almacenar, compartir y gestionar para mejorar los servicios?
- ¿Cómo mejora mi cartera de aplicaciones la dinámica específica de mi modelo de negocio?
- ¿Cómo limitarán o mejorarán mi modelo de negocio la arquitectura, los estándares y la interfaz de TI?
- ¿Qué infraestructura tecnológica se necesita, y es clave, para el éxito de mi modelo de negocio (por ejemplo, parques de servidores, comunicaciones, etc.)?
- ¿En qué punto del modelo de negocio desempeña un papel importante la seguridad y cómo afecta a mi infraestructura de TI?
- ¿Debo invertir en formación de TI para sacar el máximo partido a mi modelo de negocio?
- ¿La inversión en investigación y desarrollo de TI podría mejorar mi modelo de negocio en el futuro?
