13 noviembre 2025

El impacto del envejecimiento en la gestión del talento y el liderazgo empresarial

Por: Alfonso Jiménez, Experto en Gobierno Corporativo, Consejos Asesores, Mercado de Trabajo, Estrategia de Personas, Cultura, Diversidad y Ageing, Employer Branding.

 

 

 

El progresivo envejecimiento de la población no solo tiene implicaciones sociales y económicas, sino que también está transformando profundamente el mundo laboral. Las empresas se ven obligadas a revisar sus estrategias de gestión del talento, liderazgo y desarrollo organizativo para adaptarse a un entorno laboral cada vez más maduro y diverso. Por ello, resulta fundamental comprender cómo el envejecimiento de la población activa está configurando nuevas dinámicas en el mercado laboral y en la gestión del talento dentro de las organizaciones.

 

1. Envejecimiento de la población activa

La población laboralmente activa está envejeciendo, y las empresas ya no pueden basar su estrategia de recursos humanos en la continua incorporación de perfiles jóvenes. El relevo generacional se ha vuelto más difícil, lo que ha llevado a valorar de nuevo la experiencia y el conocimiento de los trabajadores sénior.

Este cambio representa una transformación profunda en la gestión del talento: de promover salidas tempranas, las organizaciones pasan ahora a fomentar la permanencia y el aprovechamiento del talento experimentado como una fuente de estabilidad, productividad y ventaja competitiva. En este contexto, surge la necesidad de analizar cómo conviven y se integran las distintas generaciones dentro de un mismo entorno laboral.

 

2. Convivencia e integración intergeneracional

Hoy en día, en el entorno laboral conviven varias generaciones, desde los más jóvenes hasta los profesionales con décadas de experiencia, una realidad que antes era menos común debido a políticas edadistas.

Esta diversidad de edades supone un reto en términos de gestión y cultura corporativa, pero también una gran oportunidad para la innovación. Las diferentes perspectivas, valores y formas de trabajar se complementan, generando entornos más ricos, creativos y capaces de adaptarse mejor a los cambios. De esta convivencia nace la importancia de concebir la diversidad generacional no solo como un hecho, sino como un auténtico eje estratégico dentro de la empresa.

 

3. La diversidad generacional como eje estratégico

La diversidad y la inclusión han dejado de ser temas exclusivos del departamento de Recursos Humanos para convertirse en elementos esenciales de la estrategia de gobernanza y competitividad empresarial.

Contar con equipos multigeneracionales permite integrar miradas complementarias: la madurez, visión a largo plazo y conocimiento del negocio que aportan los sénior, junto con la energía, habilidades digitales y mentalidad innovadora de los jóvenes. Aprovechar esta combinación no solo es un imperativo ético o social, sino una decisión estratégica que impulsa la innovación y el rendimiento organizativo. A partir de esta visión estratégica, se vuelve crucial analizar cómo las organizaciones pueden atraer y desarrollar al talento joven que garantice la continuidad de dicha diversidad.

 

4. Atracción y desarrollo del talento joven

Los jóvenes se enfrentan hoy a un contexto económico difícil, con obstáculos para acceder a la vivienda, generar ahorro o mantener estabilidad laboral. En este escenario, las empresas juegan un papel crucial ofreciendo condiciones atractivas.

Propuestas como la estabilidad, el desarrollo profesional, la remuneración competitiva y la flexibilidad laboral son factores determinantes para atraer y retener talento joven. Además, la transparencia sobre las oportunidades de crecimiento dentro de la organización es clave para mantener su compromiso y sentido de pertenencia. Sin embargo, atraer talento no basta: es necesario fomentar el intercambio de conocimientos entre generaciones para garantizar el aprendizaje mutuo y la sostenibilidad del conocimiento.

 

5. Aprendizaje intergeneracional y sostenibilidad del conocimiento

Para garantizar la continuidad del conocimiento y la cohesión interna, las organizaciones están adoptando modelos de aprendizaje mutuo como el mentoring inverso, donde jóvenes y sénior intercambian experiencias. Los profesionales mayores transmiten su conocimiento del negocio, su red de contactos y su visión estratégica, mientras que los jóvenes comparten su dominio de las herramientas digitales y las nuevas formas de trabajo.

Este intercambio fortalece la colaboración, potencia la innovación y asegura la sostenibilidad del talento a largo plazo. Además, establecer programas estructurados de traspaso de conocimiento evita la pérdida de activos intangibles cuando los empleados más experimentados se jubilan.