8 junio 2022

Fernando Ariza: “Las empresas todavía no están preparadas para la nueva longevidad”

Desayuno Canal CEO “Los retos y oportunidades de la nueva longevidad”

 

Fernando Ariza, director general adjunto de Mutualidad de la Abogacía, ha intervenido en los desayunos de Canal CEO donde ha hablado sobre los retos y oportunidades que ofrece la longevidad y del papel fundamental que juega la empresa y el líder en la convivencia intergeneracional.

 

Durante su participación en el Desayuno de Canal CEO, Fernando Ariza se ha referido a la longevidad, como el nuevo reto de la humanidad que “no solo es vivir más sino saber articular una sociedad envejecida en la que se proteja los valores de las personas mayores”.

Un reto que las empresas, como parte de esa sociedad, deben asumir. “En una compañía, en la actualidad, pueden convivir hasta siete generaciones muy distintas entre sí, con unos valores y motivaciones muy diferentes. Aprender a gestionar, atraer y seducir esta gran diversidad es uno de los grandes retos de las organizaciones del siglo XXI”, según Ariza, para quien “las empresas aún no están preparadas. Hay algunas que lo están haciendo bien, pero son las menos”.

 

“El líder debe saber convertir las amenazas en oportunidades y tener una visión estratégica enfocada al futuro.”

 

En este sentido, las cualidades y competencias de un líder para atraer, seducir a todos los perfiles, y permitir la convivencia intergeneracional en el mundo empresarial, van a ser cruciales en el futuro. El líder debe establecer políticas de capital humano que faciliten espacios inclusivos y diversos y poseer una capacidad de influencia positiva: “El arte de liderar es el arte de influir. Eso pasa por crear un impacto positivo en las personas”, ha manifestado Ariza. En definitiva, un líder debe saber convertir las amenazas en oportunidades y tener una visión estratégica enfocada al mañana.

Porque el futuro es de los seniors. En 2030 en 25 % de la población superará los 65 años. “Vivir más es algo positivo y hay que tener cuidado con la negatividad asociada al término envejecimiento. El reto de la sociedad y de las empresas es erradicar esos estereotipos. Hemos hecho grandes avances en los últimos años en cuanto a eliminar la discriminación por género, orientación sexual o discapacidad y ahora tenemos que erradicar la discriminación por edad”, ha afirmado.

 

El desafío de vivir más

La revista Time publicaba hace unos meses que debemos acostumbrarnos a una vida en la que trabajemos hasta los 100 años. “No es tanto disparate -explica Ariza- si entendemos hacia dónde va la ciencia y la medicina predictiva y regenerativa que lo harán posible”. El director general adjunto de Mutualidad de la Abogacía opina que hay ideas y aspectos asentados socialmente que debemos desterrar y uno de ellos es la frontera de los 65 años. Ariza se pregunta ¿Por qué es una barrera para todo? “Es una idea que debemos desterrar porque es atemporal y anticultural y nos plantea grandes retos sociales. Uno de ellos pasa por prevenir el edadismo en las empresas. Un comportamiento discriminatorio que lo único que hace es infantilizar a las personas mayores y denigrarlas”.

La tecnología tampoco puede ser un escollo: “El problema es que ponemos a los mayores en las empresas a competir en tecnología con los millenials que son nativos digitales y los trabajadores mayores tienen distintas competencias.”

 

Planificar la longevidad

Para avanzar Ariza propone eliminar muchas ideas preconcebidas “como la de que nacemos, estudiamos, trabajamos, nos jubilamos y morimos. En este nuevo escenario tendremos que seguir aprendiendo y desaprendiendo continuamente, y verlo como algo natural, incluso hablar de segundas y terceras carreras”, ha contado.

Es fundamental planificar esa vida más larga que nos espera, “los cotizantes van a ser menos que los pensionistas y hay que convivir en esas circunstancias. Debemos buscar la calidad  de vida en nuestra vejez y hay que empezar a planificarla desde ya, las empresas también tienen que ayudar a planificar esa jubilación”, señala. Aunque se ha mostrado optimista en cuanto a la supervivencia del sistema público de pensiones “no va a peligrar, es un mito que hay que derribar. Siempre se van a pagar las pensiones, otra cosa es su cuantía, por eso la planificación financiera es importante”.

Porque, en su opinión, la pensión ya no va a ser suficiente para mantener la dignidad de algunas personas: “Hasta que no desbloqueemos la variante edad de jubilación, el sistema no será sostenible. Lo que hemos aportado como cotizantes durante nuestra vida laboral alcanza para pagar 12 años de jubilación y si tenemos una esperanza de vida de 20 años una vez hemos alcanzado la edad de retiro, las cuentas no salen. Por lo que tendremos que trabajar más tiempo y eso llegará. Como sociedad debemos estar preparados para asumir este reto”.

 

“Siempre se van a pagar las pensiones, otra cosa es su cuantía, por eso la planificación financiera es importante.”

 

Ariza lanza una reflexión para las empresas, sobre la diferencia entre edad biológica, la que figura en el DNI, frente a la edad cronológica “que puede diferir hasta en 12 años” y depende de factores como el estilo de vida, la alimentación, la calidad del sueño, la genética, el nivel de estrés o la salud cardiaca. Un estilo de vida saludable permite tener un envejecimiento mucho más lento que nos hace sentirnos con mayor energía, lo que hace que las empresas deban enfocar sus acciones en función a estos parámetros. Ariza explica, “no podemos dirigirnos lo mismo a una persona de 65 años con una edad biológica de 52 que alguien de 65 años con una edad biológica de 77. No es razonable”.

Por último, Ariza ha lanzado el guante para que en las empresas se ejerza el liderazgo desde el ejemplo: “¿Cuántas empresas revisan su propósito y lo aplican en su día a día? ¿Cuántas hacen algo por mejorar y dar ejemplo?”. Para el director adjunto de Mutualidad de la Abogacía, el ecosistema de la empresa debe buscar el beneficio social y tener un impacto positivo en las personas, articular políticas de capital humano que faciliten espacios inclusivos y de flexibilidad adaptadas al momento vital de sus trabajadores y “tenemos que aportarles que lleguen a ser personas mayores con las capacidades necesarias para gestionar su jubilación y su patrimonio”, concluyó.

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