Perspectivas

15 septiembre 2022

Qué puede hacer el líder cuando su empresa afronta dificultades

El efecto champán del sector turístico pierde efervescencia con la llegada de un otoño a todas luces complicado. Es en los momentos de dificultad, cuando las empresas requieren del líder.

El verdadero líder está obligado a crecer ante el reto. Cuando su empresa afronta dificultades, asume su rol de solucionador de problemas. Y datos como la inflación o la desaceleración económica (y la posible recesión) presagian que este otoño de 2022 va a tener que emplearse a fondo.

Identificar un nuevo ciclo

Muchos empresarios asumen la evolución de su proyecto de forma lineal. Su creación marca el punto de partida y durante toda su vida se desarrolla, en el mejor de los casos, alcanzando hitos en la medida que se consolida, crece, diversifica o internacionaliza.

En 1972, el profesor Larry E. Greiner publicó Evolución y revolución conforme la empresas crecen, (Harvard Business Review), donde formula la teoría sobre los ciclos de vida empresarial y desarrolla la influyente Curva de Greiner.

Aunque Greiner habla de ciclos empresariales internos, no de ciclos económicos, una de sus aportaciones fue cuestionar la visión lineal del desarrollo empresarial clásico, determinando la importancia de  apostar por diferentes modelos de gestión en cada ciclo. Así por ejemplo, se puede continuar creciendo a través de la creatividad, de la dirección, la delegación, la coordinación y control, cooperación y alianzas, según las seis fases de su modelo.

Granier ayudó a entender que la vida de una organización pasa por diferentes etapas, que concluyen en un periodo de crisis. Es en ese momento en el que la empresa debe aprender a crecer generando nuevas fortalezas. Un proceso que se repetirá a lo largo de su vida.

Partir de esta idea, y anticipar que la cuenta de resultados de pocas empresas se mantendrá ajena a la coyuntura de crisis en los próximos meses, puede servir al líder para abrir un ciclo vital apoyándose en nuevas estrategias.

Cómo debe actuar el líder

Ya sea por un nuevo ciclo económico o empresarial, el papel del líder debe ganar presencia en estos momentos de bloqueo de la organización.

Los cambios siempre son peligrosos, pero también representan una oportunidad para la empresa si el líder actúa a tiempo y revalida la confianza del equipo.

1. Lectura de la situación

Lo primero es hacer un buen diagnóstico de la situación. Por supuesto que no exige comprender las razones políticas, económicas y sociales del nuevo escenario, pero sí intuir cómo van a afectar a la empresa y a su actividad.

En esta toma de conciencia del nuevo entorno, lo más importante es saber qué preguntas plantearse. Para cada organización serán diferentes, pero en una mayoría de los casos incluirá tales como:

  • ¿El problema va a afectar a la competencia del mismo modo que a mí?
  • ¿Cuál es el balance económico actual de la empresa?
  • ¿Qué problemas internos se prevén en la organización?
  • ¿La caída de la demanda se producirá en toda la oferta de producto/servicio o algunos pueden no verse afectados o incluso favorecidos?
  • ¿Qué tipo de clientes se pueden ver más afectados y cómo van a actuar?
  • ¿Cuál será el comportamiento de mis clientes en los próximos meses?
  • ¿Con quién puedo contar?
  • Revisión de productividad y control de costes.

El líder debe abordar este proceso:

Con globalidad. Desde los recursos humanos a los previsibles problemas de tesorería o el rediseño de productos, el empresario debe analizar desde una visión global y siempre buscando conexiones.

Implicando al equipo. El líder no puede diluir su responsabilidad frente a una difícil coyuntura, pero tiene que buscar la solución en colaboración con el equipo. Durante esta fase, se debe escuchar el mayor número posible de opiniones para no limitar el  análisis a la valoración de la camarilla más cercana.

Identificando las fortalezas. Cuáles son los valores de la organización más útiles para afrontar la previsible coyuntura.

2. Diagnóstico y redefinición de objetivos

Con toda la información y opiniones sobre la mesa, el líder debe concretar un diagnóstico global de cómo la situación va a afectar a la organización y, en coherencia, redefinir sus objetivos en el corto y medio plazo.

En la medida de lo posible, se trata de convertir la resolución de determinados problemas en oportunidades, lo que nunca es fácil. Debe:

  • Identificar posibles oportunidades para la organización en la nueva coyuntura. Objetivo para el que es útil utilizar herramientas creativas, como el pensamiento lateral, pero sin perder el contacto con la realidad.
  • Determinar los nuevos objetivos de la organización en la empresa en el corto y medio plazo.
  • Aprobar una política de colaboración y alianza con otras empresas y organizaciones.
  • Alinear el valor añadido de la oferta de productos o servicios a las nuevas necesidades de los clientes.

3. Plan de actuación

Aunque cada plan liderado por el ejecutivo debe ser único, en todos ellos se incluirán medidas como:

  • Redefinición de competencias del equipo ejecutivo, buscando los perfiles más efectivos en la nueva coyuntura.
  • Nombramiento de un equipo de decisiones de emergencia, que agilice los tiempos de respuesta para que la organización siempre responda a tiempo a los posibles cambios.
  • Revisión del cuadro de mando de KPIs. Hay que evaluar si los indicadores que se venían utilizando son los adecuados para medir la evolución de la empresa en el nuevo contexto, y útiles para advertir sobre posibles dificultades futuras.
  • Utilizar las ayudas de apoyo a la empresa que las diferentes Administraciones Públicas hayan aprobado.
  • Puesta en marcha de las nuevas políticas en administración, tesorería, proveedores, contratación, incentivos…
  • Concretar la redefinición del catálogo de producto para la nueva coyuntura y, en su caso, incluir el calendario de lanzamientos.
  • Plan de actuación para la reducción de conflictos con los empleados.
  • Plan de comunicación. Para trasladar a la organización (empleados y socios), clientes y colaboradores el diagnóstico y las medidas aprobadas. Se trata de que la organización se muestre responsable, coherente y confiable.
  • Plan de marketing para mantener la imagen de marca.